Roarke había elegido a Ginny porque sabía que no tendría la tentación de llevársela a la cama. Sin embargo, en cuanto estuvieron juntos, empezaron a echar chispas y Ginny no tardó en convertirse en su amante fuera de las horas de trabajo... ¿Aquello era solo una aventura sin compromiso, o acaso Roarke tenía otros planes?
Tenía muy claro que no quería acabar siendo solo otra conquista de su jefe...
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