– Me casaré contigo, ya que no tengo alternativa, pero sólo sentiré odio hacia ti. ¡Te vas a arrepentir del día que me conociste! – le dijo Kim amargamente.
– Ya estoy arrepentido – respondió Julián –. Si no fuera por tu culpa, ya estaría casado con la mujer a la que amo.
Kim estaba atrapada en la red de mentiras que ella misma había tejido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario