—No me agradan los hombres autoritarios y dominantes.
Y Georg Nicolaos era el mejor ejemplo de ese tipo de hombres. Seguro de sí, arrogante y con una fuerza de voluntad indomable, era todo lo que Lexi detestaba. Aunque al menos por el momento, ella debía acceder a seguir su plan y fingir que su compromiso era verdadero. Ya una vez se equivocó de la peor manera y no tenía intenciones de volver a cometer el mismo error. ¡Eso significaba que debía resistirse a Georg a toda costa, sin importar cuánto a atrajera!
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